El envero prepara la alfombra roja a la vendimia

Agosto es uno de los meses más "albariñeiros" que existen. Comienza fuerte, con la conocida Fiesta del Albariño en Cambados, y sigue con uno de los procesos más importantes y definitivos para la uva. Se trata del envero, del que ya el año pasado dimos buena cuenta en este post y que, hoy, nos disponemos a desgranar un poco más.

Hablando rápido, el envero es esa etapa en la que las uvas comienzan un período de maduración que culminará en la vendimia. El color verdoso de los primeros meses, cuando los racimos contienen aún gran cantidad de ácidos, se transforma en el característico color amarillo pajizo propio de la uva albariña.

Existen muchos factores que intervienen en esta coloración de la vid. Nos referimos a la temperatura, a la cantidad de luz o a la humedad, todos ellos agentes naturales que, por impredecibles, suelen hacer que el enólogo esté todo el mes bastante pendiente de la evolución de sus retoños.

En el caso de las fincas de Bodegas Carballal, este año la uva madura más lenta que en el período anterior, y el enólogo Juan Carlos Vázquez estima que los racimos estén listos para su recogida a finales de septiembre. En esto momentos, además, se han suspendido las intervenciones fitosanitarias con el fin de asegurar que la uva llega limpia e intacta a la vendimia. 

Para entonces, decenas de personas y toda la maquinaria en bodega deberán estar bien preparadas para recoger el fruto de un año de trabajo. Después, muchos meses de disfrute con Carballal, 7 Cepas, Floreano e Punto y nuevas sorpresas que, ya os lo adelantamos, pronto están por llegar.